El estado de frecuencia de una persona es crucial para su bienestar físico y psicológico e incluso refleja su propio estado mental actual. Cuanto mayor es la frecuencia de nuestro propio estado de conciencia, más positivo suele tener éste en nuestro propio organismo. Por el contrario, una frecuencia de vibración baja tiene una influencia muy duradera en nuestro propio cuerpo. Nuestro propio flujo energético está cada vez más bloqueado y nuestros órganos ya no pueden recibir la energía vital adecuada (Prana/Kundalini/Orgone/Ether/Qi, etc.). Como resultado, esto favorece el desarrollo de enfermedades y nosotros, los humanos, nos sentimos cada vez más desequilibrados. En última instancia, existen innumerables factores que reducen nuestra propia frecuencia; un factor principal, por ejemplo, sería un espectro mental negativo.   ...