≡ Menú

El amor es la base de toda curación. Sobre todo, nuestro propio amor propio es un factor crucial cuando se trata de nuestra salud. Cuanto más nos amamos, aceptamos y aceptamos en este contexto, más positivo tiene esto en nuestra propia constitución física y psicológica. Al mismo tiempo, un fuerte amor propio significa que tenemos un acceso significativamente mejor a nuestros semejantes y, en general, a nuestro entorno social. Como es adentro, es afuera. Nuestro propio amor propio se transfiere inmediatamente a nuestro mundo exterior. El resultado es que, por un lado, volvemos a mirar la vida desde un estado de conciencia positivo y, por otro, a través de este efecto atraemos a nuestra vida todo aquello que nos hace sentir bien.La energía siempre atrae energía de la misma intensidad y se fortalece, una ley ineludible. Atraes cada vez más lo que eres y lo que irradias a tu vida.

Amor – El poder más alto del universo.

Energía del corazónEn definitiva, esta actitud positiva o el amor propio también es un factor importante para poder volver a crear una base física y psicológica completamente sana. En este sentido, toda enfermedad se basa en la falta de amor propio. Problemas mentales que están profundamente arraigados en nuestro subconsciente y cargan continuamente nuestra conciencia del día a día. Por ejemplo, si te sucedió algo malo en tu juventud o infancia, algo que todavía no has podido aceptar, entonces esta situación pasada seguirá siendo una carga para ti. En esos momentos, es decir, momentos en los que piensas en lo sucedido y sacas negatividad de ello, ya no tienes el poder de tu amor propio. En última instancia, así es como funciona con cualquier problema mental que domine nuestro propio estado mental. Cada problema mental en el que nos perdemos nos impide estar conscientemente presentes en el presente (el pasado y el futuro son construcciones exclusivamente mentales, sólo existe el presente, el ahora, un momento en eterna expansión que ya existe, siempre se dio, es y será) . Ya no estamos bajo el poder de nuestro amor propio, sino que caemos en un estado mental negativo. Nuestro propio estado de conciencia ya no está alineado con el amor, ya no resuena con amor, sino con tristeza, culpa, miedos y otros sentimientos negativos. Esto, a su vez, ejerce presión sobre nuestra propia psique y reduce nuestra propia frecuencia vibratoria. La frecuencia de vibración humana es crucial para mantener intacto todo nuestro sistema físico.

La frecuencia de nuestro propio estado de conciencia es crucial para nuestra salud, un espectro positivo de pensamientos mantiene nuestra frecuencia constantemente alta..!!

Cuanto mayor sea la frecuencia con la que vibra nuestro estado de conciencia (y posteriormente nuestro cuerpo), más felices nos sentimos y mejor es nuestra salud. Cuanto más baja es nuestra propia frecuencia vibratoria, peor nos sentimos y más tensión ponemos sobre nuestra salud. Nuestros cuerpos sutiles se sobrecargan y transfieren la contaminación energética al cuerpo, como resultado nuestro sistema inmunológico se debilita y se promueve el desarrollo de enfermedades. Por esta razón, el amor, como la energía/frecuencia vibratoria más alta del universo, es la base de toda curación.

La curación no ocurre externamente, sino internamente. En este contexto, cuanto más te amas y te aceptas, más sanas tus heridas internas..!!

En definitiva, no puedes ser curado por un extraño, sino que sólo puedes curarte a ti mismo superando todos tus problemas, a través de tu amor propio (Un médico no trata las causas de la enfermedad, sino sólo los síntomas || Presión arterial alta = medicación antihipertensiva = combatir los síntomas, pero no la causa || Infección bacteriana = Antibióticos = combatir los síntomas, pero no la causa (un sistema inmunológico debilitado que no pudo resistir una infección bacteriana). Por este motivo, el amor es fundamental para recuperar la salud completa. Sólo cuando te ames a ti mismo podrás desarrollar tus propios poderes de autocuración. Teniendo esto en cuenta, mantente saludable, feliz y vive una vida en armonía.

Deja un comentario