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La vida de una persona es, en última instancia, un producto de su propio espectro mental, una expresión de su propia mente/conciencia. Con la ayuda de nuestros pensamientos también moldeamos y modificamos nuestra propia realidad, podemos actuar con determinación, crear cosas, tomar nuevos caminos en la vida y, sobre todo, somos capaces de crear una vida que corresponda a nuestras propias ideas. También podemos elegir por nosotros mismos qué pensamientos realizamos a nivel "material", qué camino elegimos y hacia dónde dirigimos nuestro propio enfoque. En este contexto, sin embargo, nos preocupamos por dar forma a una vida, que a su vez corresponde completamente a nuestras propias ideas y a menudo a un camino y, paradójicamente, estos son exactamente nuestros propios pensamientos.

 Todos nuestros pensamientos experimentan una manifestación.

Conviértete en dueño de tu menteEl día de cada persona está moldeado + acompañado de innumerables pensamientos. Algunos de estos pensamientos los realizamos a nivel material, otros permanecen ocultos, sólo los captamos mentalmente, pero no los realizamos ni los ponemos en práctica. Bien, en este punto hay que mencionar que básicamente cada pensamiento se realiza. Por ejemplo, imagina a una persona parada en un acantilado, mirando hacia abajo y pensando en lo que pasaría si cayera allí. En este momento, por supuesto, el pensamiento se realizará de manera indirecta y entonces podrás leer/ver/sentir el pensamiento, cargado con el sentimiento de miedo, en tu rostro. Por supuesto, en este contexto él no se da cuenta del pensamiento y no cae por el acantilado, pero todavía se podría ver una realización parcial, o mejor dicho, su pensamiento, su sentimiento se reflejaría en su expresión facial (en última instancia, esto). se puede aplicar a cada pensamiento porque cada pensamiento, ya sea de naturaleza positiva o negativa, que legitimamos en nuestra propia mente y con el que tratamos, experimenta una manifestación en nuestra radiación).

Todos nuestros pensamientos y sentimientos diarios fluyen hacia nuestro propio carisma y posteriormente cambian nuestra propia apariencia externa..!!

Bueno, este artículo no trata sobre esto que ahora llamaré “realización parcial”. Lo que quería expresar más era que cada persona tiene pensamientos que realiza o pone en práctica todos los días y pensamientos que a su vez permanecen en nuestras propias mentes.

Conviértete en el dueño de tu mente

Conviértete en dueño de tu menteLa mayoría de los pensamientos que ponemos en acción en un día suelen ser patrones/automatismos mentales que se reproducen una y otra vez. Aquí también nos gusta hablar de los llamados programas, es decir, patrones mentales, creencias, actividades y hábitos que están anclados en nuestro propio subconsciente y llegan repetidamente a nuestra propia conciencia diaria. Un fumador, por ejemplo, experimentará repetidamente la idea de fumar en su conciencia diaria día tras día y luego se dará cuenta. Por esta razón, cada persona también tiene programas alineados positivamente y programas alineados negativamente, o más bien programas que son de naturaleza energéticamente más ligera y energéticamente más densa. Todos nuestros programas son resultado de nuestra propia mente y fueron creados por nosotros. Así que el programa o hábito de fumar sólo fue creado por nuestra propia mente. Fumamos nuestros primeros cigarrillos, repetimos esta actividad y así condicionamos/programamos nuestro propio subconsciente. En este sentido, una persona también dispone de innumerables programas de este tipo. Algunas dan lugar a acciones positivas, mientras que otras dan lugar a acciones negativas. Algunos de estos pensamientos nos controlan/dominan, otros no nos controlan. Sin embargo, en el mundo actual, la mayoría de las personas tienen pensamientos/programas que son esencialmente de naturaleza negativa. Estos programas negativos se remontan, por ejemplo, a traumas de la primera infancia, acontecimientos formativos de la vida o incluso circunstancias creadas por uno mismo (como fumar). El gran problema con esto es que todos los pensamientos/programas negativos dominan nuestra mente todos los días y como resultado nos enferman. Aparte de que nos impiden sacar fuerzas conscientemente de la presencia eterna del presente, simplemente nos distraen de lo esencial (la creación de una mente orientada positivamente, una vida llena de armonía, amor y felicidad) y reducen permanentemente nuestra propia caída de frecuencia vibratoria, lo que a largo plazo siempre conduce a un desequilibrio del sistema mente/cuerpo/espíritu y favorece el desarrollo de enfermedades.

Cuida tus pensamientos, porque se convierten en palabras. Cuida tus palabras, porque se convierten en acciones. Cuida tus acciones porque se convierten en hábitos. Cuida tus hábitos, porque se convierten en tu carácter. ¡¡Cuida tu carácter, porque se convierte en tu destino..!!

Por esta razón, es importante nuevamente que ya no nos dejemos dominar por pensamientos/programaciones negativos todos los días, sino que comencemos a crear una vida en la que nos sintamos completamente libres, una vida libre de dependencias, limitaciones y miedos. Por supuesto, esto no nos sucede solo a nosotros, sino que nosotros mismos tenemos que actuar y reprogramar nuestro propio subconsciente destetándonos. Cada persona tiene esta capacidad en este sentido, porque cada persona es creadora de su propia vida, de su propia realidad y puede tomar en sus propias manos su propio destino en cualquier momento y en cualquier lugar.

Nuestro encuentro con la vida se produce en el momento presente. ¡¡Y el punto de encuentro es exactamente donde nos encontramos ahora mismo..!!

Básicamente, esto muestra cuánto potencial tiene cada persona. Sólo con nuestros pensamientos podemos crear o destruir vida, podemos atraer/manifestar eventos positivos de la vida o incluso eventos negativos de la vida. En definitiva, somos lo que pensamos. Todo lo que somos surge de nuestros pensamientos. Formamos el mundo con nuestros pensamientos. Teniendo esto en cuenta, mantente saludable, feliz y vive una vida en armonía.

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