El amor propio, un tema con el que cada vez más personas se enfrentan actualmente. No se debe equiparar el amor propio con la arrogancia, el egoísmo o incluso el narcisismo; en realidad ocurre todo lo contrario. El amor propio es esencial para el propio florecimiento, para la realización de un estado de conciencia del que emerge una realidad positiva. Las personas que no se aman a sí mismas, tienen poca confianza en sí mismas, ponen a prueba su propio cuerpo físico cada día, crean una mente orientada negativamente y, como resultado, sólo atraen a sus vidas cosas que, en última instancia, son de naturaleza negativa.
Los efectos fatales de la falta de amor propio
El famoso filósofo indio Osho dijo lo siguiente: Cuando te amas a ti mismo, amas a quienes te rodean. Cuando te odias a ti mismo, odias a quienes te rodean. Tu relación con los demás es sólo un reflejo de ti mismo. Osho tenía toda la razón con esta cita. Las personas que no se aman a sí mismas, o más bien tienen poco amor propio, suelen proyectar en los demás su propia insatisfacción consigo mismas. Surge la frustración, que al final se nota en todas las condiciones externas. En este contexto, también es importante comprender que el mundo externo es simplemente un reflejo de su propio estado interno. Por ejemplo, si eres odioso, transfieres esta actitud interna, este odio interno, a tu mundo externo. Empiezas a mirar la vida desde una perspectiva negativa y desarrollas un odio hacia innumerables cosas, incluso odio hacia la vida misma, pero este odio sólo es atribuible a ti mismo, es un indicador importante de que contigo incluso algo anda mal, que apenas te amas a ti mismo. , tienen poco amor propio y posiblemente incluso tengan muy poca identificación psicológica. Estás insatisfecho contigo mismo, sólo ves lo malo en muchas cosas y por eso te mantienes continuamente atrapado en una baja vibración. Esto, a su vez, ejerce presión sobre su propia psique y su propio desarrollo mental se detiene. Por supuesto, siempre te estás desarrollando mental y emocionalmente, pero este proceso de desarrollo puede detenerse. Las personas que no se aman a sí mismas simplemente bloquean su propio desarrollo mental, se sienten mal todos los días y, como resultado, irradian esta insatisfacción interior.
Lo que eres, lo que piensas, lo que sientes, lo que corresponde a tus propias convicciones y creencias, lo irradias y posteriormente atraes..!!
Tus ojos se vuelven más apagados, tu propio brillo desaparece y los demás reconocen tu falta de amor propio. En definitiva, siempre irradias lo que piensas, lo que sientes y lo que eres. Así es exactamente como muchas veces surge la culpa por esta falta de amor propio. Es posible que culpes a otras personas por tu propia insatisfacción, no mires hacia adentro y solo proyectes tus problemas en otras personas.
Libera tu potencial y acaba con el sufrimiento que tú mismo has creado. ¡¡Tu mente creó estas discrepancias y sólo tu mente puede poner fin a estas discrepancias!!
Surgen juicios y la propia alma se ve cada vez más socavada. Al final del día, siempre eres responsable de tu propia vida. Ninguna otra persona es responsable de la propia situación, ninguna otra persona es responsable del propio sufrimiento. En este sentido, la vida en su conjunto es producto de la propia mente, de la propia imaginación mental. Todo lo que alguna vez has realizado, cada acción, cada situación de vida, cada estado emocional, surgió exclusivamente de tu propio estado de conciencia. Por esta razón es importante volver a tomar conciencia de esto. Comprenda que sólo usted es responsable de la situación de su vida y sólo usted, con la ayuda de su propia mente, puede cambiar esta situación. Sólo depende de ti y del poder de tus propios pensamientos. Teniendo esto en cuenta, mantente saludable, feliz y vive una vida en armonía.